22.8.10

Sinopsis

La joven Muriel llega a una casa de Buenos Aires desde Francia donde vivió toda su vida. Se encuentra con Pastor, un hombre maduro que regentea un hotel-pensión que funciona allí. En el patio de la casa hay una imagen de San Sebastián; los devotos del barrio la veneran. Entre Muriel y Pastor nace una relación extraña, intrigante que, al desplegarse, devela sus vidas y vínculos pasados. La identidad de Muriel entra en rotunda crisis cuando los devotos comienzan a declararla “santa”, al mismo tiempo que consigue trabajo en un programa de televisión en el que “escriben” una nueva biografía para ella. Pastor parece conocer algo que oculta, jirones de historia que prefiere no contar ni asumir. Muriel busca descubrir y reconstruir un pasado que desconoce, mientras todo su entorno parece confabularse para conseguir lo contrario.

20.8.10

Historia del proyecto. (La Sebastianita)

En el marco de la Maestría en Dramaturgia del IUNA, conocí a Melina Perelman, actriz belga, hija de padres argentinos. Cursábamos juntos varios seminarios. Una vez por semana venía a casa a dictarme clases de francés. Largas clases que se mezclaban con interminables charlas. Comenzamos a fantasear con trabajar juntos, hacer una obra. Luego de varios meses empezaron a aparecer ideas que terminaron de completarse al conocer a la dramaturga y profesora Susana Torres Molina, que en el Taller de Dramaturgia III de la Maestría nos propuso trabajar con temáticas relacionadas con los años 70 y 90. Mágicamente nuestros deseos, charlas y fantasías coincidían y empezó a armarse La Sebastianita. Susana nos propuso que, más allá de los trabajos del taller, entregáramos otros escritos, escenas, cuentos o lo que quisiéramos. Es por ese costado que surge esta obra. Contamos con su lectura y devolución generosa y el proyecto fue creciendo.
Luego pensé que la obra debía tener música original y que habría un coro a capella que cumpliría varias funciones en escena (desde cantar hasta cometidos técnicos). Música y palabras se desarrollaban cuando conocimos a Juan Costa. Laura Córdoba, amiga y también dramaturga, nos lo recomendó cuando se enteró que estábamos buscando un actor para coprotagonizar La Sebastianita. Se armó así un comienzo de equipo muy contundente que empezó a trabajar y nunca aflojó (en horarios, frecuencia de ensayo, compromiso, investigación, riesgo).
Se sumaron luego los integrantes del coro. La búsqueda estaba orientada a buenos cantantes que pudieran cantar a capella además de actuar. Carolina Fernández, Susana Peralta, Roberto Ochova, Carlos Gallardo aportan sus cuerpo y voces.
Mariana Clusella, actriz, cantante y productora, arremetió con un rol difícil, un rol que sólo se puede llevar adelante con amor: la producción ejecutiva. Ella y María Clusella llevan adelante la producción y asistencia de dirección del proyecto. Se agrega, finalmente Eduardo Perez Winter y su equipo en el diseño de iluminación.
La Sebastianita transcurre en una casa, un patio, un lugar entrañable y siniestro al mismo tiempo. El espacio es fundamental. Por esa razón elegimos La Manufactura Papelera, que ofrece la posibilidad de diferentes planos visuales y sonoros; un arriba y un abajo; un ambiente envolvente y una acústica adecuada a una obra sin amplificación sonora.
La Sebastianita está llegando, rueda, viene. Espero que la disfruten.

Eduardo Bertaina