20.8.10

Historia del proyecto. (La Sebastianita)

En el marco de la Maestría en Dramaturgia del IUNA, conocí a Melina Perelman, actriz belga, hija de padres argentinos. Cursábamos juntos varios seminarios. Una vez por semana venía a casa a dictarme clases de francés. Largas clases que se mezclaban con interminables charlas. Comenzamos a fantasear con trabajar juntos, hacer una obra. Luego de varios meses empezaron a aparecer ideas que terminaron de completarse al conocer a la dramaturga y profesora Susana Torres Molina, que en el Taller de Dramaturgia III de la Maestría nos propuso trabajar con temáticas relacionadas con los años 70 y 90. Mágicamente nuestros deseos, charlas y fantasías coincidían y empezó a armarse La Sebastianita. Susana nos propuso que, más allá de los trabajos del taller, entregáramos otros escritos, escenas, cuentos o lo que quisiéramos. Es por ese costado que surge esta obra. Contamos con su lectura y devolución generosa y el proyecto fue creciendo.
Luego pensé que la obra debía tener música original y que habría un coro a capella que cumpliría varias funciones en escena (desde cantar hasta cometidos técnicos). Música y palabras se desarrollaban cuando conocimos a Juan Costa. Laura Córdoba, amiga y también dramaturga, nos lo recomendó cuando se enteró que estábamos buscando un actor para coprotagonizar La Sebastianita. Se armó así un comienzo de equipo muy contundente que empezó a trabajar y nunca aflojó (en horarios, frecuencia de ensayo, compromiso, investigación, riesgo).
Se sumaron luego los integrantes del coro. La búsqueda estaba orientada a buenos cantantes que pudieran cantar a capella además de actuar. Carolina Fernández, Susana Peralta, Roberto Ochova, Carlos Gallardo aportan sus cuerpo y voces.
Mariana Clusella, actriz, cantante y productora, arremetió con un rol difícil, un rol que sólo se puede llevar adelante con amor: la producción ejecutiva. Ella y María Clusella llevan adelante la producción y asistencia de dirección del proyecto. Se agrega, finalmente Eduardo Perez Winter y su equipo en el diseño de iluminación.
La Sebastianita transcurre en una casa, un patio, un lugar entrañable y siniestro al mismo tiempo. El espacio es fundamental. Por esa razón elegimos La Manufactura Papelera, que ofrece la posibilidad de diferentes planos visuales y sonoros; un arriba y un abajo; un ambiente envolvente y una acústica adecuada a una obra sin amplificación sonora.
La Sebastianita está llegando, rueda, viene. Espero que la disfruten.

Eduardo Bertaina